Fundamentos teórico-prácticos

Publicado en por Alfonso Morcillo Losa y Rafael Moreno del Castillo

  Image4245-copia-1.gifI. Introducción

    Con el presente trabajo, pretendemos acercarnos a lo que los autores, consideramos, es la realidad del entrenamiento del fútbol en el momento actual. especialmente nos preocupa el fútbol en su proceso formativo, pues la metodología de entrenamiento que vamos a exponer pretende principalmente, la enseñanza y el entrenamiento partiendo de la realidad del juego y cuyo objetivo prioritario será el entendimiento del mismo. Pero a pesar de centrar la atención en la formación del jugador, consideramos que dicho proceso no tiene fin, y en cualquier etapa y momento deportivo cobra relevancia. De hecho, actualmente, existen ejemplos, a pesar de las magistrales individualidades, de equipos que basan su éxito en la continua búsqueda de superioridad colectiva sobre el rival tanto en ataque como en defensa, mientras otros se bastan con mantener orden defensivo y encomendarse a sus jugadores brillantes en ataque.

    Como justificación primordial, de la elección de esta metodología de entrenamiento basada en las situaciones de juego, nos apoyamos en una definición de fútbol (Castello, 1999) como: deporte colectivo que opone dos equipos formados por once jugadores en un espacio claramente definido, en un lucha incesante por la conquista del balón, con la finalidad de introducirlo el mayor número de veces posible en la portería adversaria (marcar gol) y evitar que éste entre e la suya propia (evitar gol).


II. Justificación de la propuesta

    Tradicionalmente, muy a pesar de muchos de nosotros, cuando se habla de fútbol, ya sea iniciación, ya sea alto rendimiento, en la mente de la mayoría de técnicos y directivos, se acentúan slogans o títulos como:

<<Goles, puntos, campeonato>>

    Pocas veces se reconoce una clara mejora del nivel individual de los jugadores y del juego del equipo, si falta el éxito registrable en forma de goles y victorias.
La necesidad de éxitos inmediatos, imposibilita la valoración de una estructura homogénea de cantera.

    Por otro lado, los conocimientos provenientes de múltiples disciplinas científicas tuvieron un impacto importante, primero en las modalidades individuales como el atletismo y la natación, y posteriormente en los Juegos deportivos colectivos, a través de la transposición directa de medios y métodos, sin tener en cuenta la especificidad estructural y funcional de este grupo de deportes. (Pinto en Graça y Oliveira, 1997; Seirulo, 1999).

    Una de las consecuencias más evidentes ha sido la obsesión por los aspectos de la enseñanza y el aprendizaje centrados en la técnica individual (Bonnet, 1983; citado por Pinto, en Graça y Oliveira, 1997), partiendo del principio de que la suma de todos los desempeños individuales provoca un efecto cualitativo en el equipo y también de que el gesto técnico aprendido de un forma analítica positiva provoca una aplicación eficaz en las situaciones de juego.

    Esta forma de ver la iniciación, presenta importantes limitaciones, pues descuida factores característicos de estos deportes, como la incertidumbre, complejidad y adaptabilidad (Devís en Blazquez, 1999).

    En esa misma línea se expresa Wein, 1995, cuando afirma que haber dado prioridad a la técnica, ha impedido a muchos jóvenes entender el juego en sus aspectos mas básicos, demostrando en el juego global una evidente imposibilidad de aplicar lo aprendido anteriormente por haberlo hecho en situaciones aisladas.

    Con esta perspectiva se enseña el ¿cómo hacer? (técnica) separado del ¿qué y porqué hacer? (táctica).

    Este método de aprendizaje de lo aislado a lo complejo, descansa sobre la suposición de que el comportamiento de juego está formado por la suma y acumulación de componentes técnicos, tácticos, físicos y psicológicos sueltos. Entonces las formas de juego competicionales difícilmente podrán alcanzar su verdadera meta, ya que implican que se adapte la atención de la técnica específica de la ejecución motora a su aplicación deportiva.

    Según Bugüeman y Albretch, 1996, si resulta que la falta de un factor de comportamiento excluye todo el comportamiento haciéndolo imposible en su tendencia, hay que deducir que en el comportamiento de juego interactúan continuamente todos los factores de comportamiento y que se condicionan entre ellos.

    Es obvio, que el Fútbol posee una estructura y funcionalidad muy compleja y absolutamente distinta de la de los deportes en los que predomina el factor ejecución. Además de que, en el análisis estructural (Hernández, 1994) de los deportes pertenecientes al grupo de cooperación oposición, la técnica sólo es uno de los seis parámetros configuradores de la lógica interna (Reglas, técnica, espacio, tiempo, comunicación y estrategia), sobre todo ocurre que la ejecución técnica del poseedor del balón va a estar directamente influenciada por otros aspectos relativos a la situación en ese espacio y en ese momento, de el balón, los compañeros, los adversarios, …, en definitiva acciones marcadas por la incertidumbre, que por ello convierten al fútbol en un deporte en el que la percepción y la toma de decisiones son como mínimo igual de importantes que la ejecución. El fútbol es por tanto, una actividad abierta, no podemos encuadrarlo e intentar que una habilidad abierta se parezca a una cerrada, se sacaría de contexto. A partir de que no se juega en el mismo momento y/o en el mismo lugar, la situación ya cambia (Lillo, 2000).

    El Fútbol como actividad cognitiva, debe pretender el desarrollo de la percepción y decisión, pero después el jugador ha de ejecutar y hacerlo bien, necesita la técnica, pero no la técnica descontextualizada. Para elegir correctamente la técnica y hacerlo dentro de un espacio y un tiempo adecuados, debe ser enseñada en el juego, (Lillo, 2000), de modo que el jugador la utilice sabiendo el porqué y para qué de ese cómo. Nos estamos refiriendo a la capacidad o estructura coordinativa de este deporte, la cual debe desarrollarse en constante coordinación con la estructura condicional necesaria y sobre todo con la estructura cognitiva o perceptiva y decisional (Seirulo, 1999).

    El juego del Fútbol continuamente ofrece situaciones variadas. Estas situaciones exigen una percepción individual y un enjuiciamiento de la misma, para elegir la aplicación de una destreza como medio técnico táctico. A través de la continuación de la situación de juego (éxito-fracaso) inmediatamente después recibirá un conocimiento de los resultados de la acción que aumentará su experiencia.

    Esta concepción del entrenamiento tiene como punto de partida una idea del fútbol considerada como un juego, en el cual los problemas fundamentales planteados a los jugadores son, por una parte la adaptación de sus conductas a una relación de oposición (jugar contra adversarios), y por otra la adaptación de sus conductas a una relación de colaboración (jugar con los compañeros) (Mombaerts, 1998).

    Desde esta definición adquiere valor todo lo relativo a la interpretación del juego, la llamada inteligencia de juego. Es decir, en la mayoría de situaciones de un partido el jugador debe percibir lo que ocurre a su alrededor para decidir la mejor solución y ejecutarla con éxito. Cuanto más inteligente sea el comportamiento de juego más alto será el rendimiento del jugador en el ámbito táctico. El jugador aprende en la competición por la confrontación activa y exploratoria con el entorno. (Brüggeman y Albrecht, 1996).

    El jugador percibe una relación positiva entre el comportamiento mostrado y la situación actual. Ello le llevará a decidir de forma similar ante situaciones parecidas. Situaciones que son por otro lado, las que nosotros vamos a construir con el objeto de enseñar dichos comportamientos.

    El comportamiento no se nace, sino que éste se hace, se aprende. (Brüggeman y Albrecht, 1996).

    Desarrollar la inteligencia de juego, Saber leer el juego significa que el jugador percibe todas las posibilidades de juego que existen alrededor suyo. Esto supone a su vez, que este jugador haya aprendido a pensar colectivamente. (Mombaerts, 1998).

    Completamente en esta línea, Lillo, 2000; asevera que al jugador hay que darle cultura táctica y esta se crea sin mediatizar las respuestas, sino promoviendo actividades de creación propia que mejoren la capacidad de respuesta del jugador.

    Ahora bien, para que la comunicación y en definitiva, las relaciones que se establezcan entre compañeros y contra los contrarios, favorezcan la labor de conjunción de equipo y se desarrollen en su mayor grado, es necesario que las situaciones de entrenamiento faciliten una serie de respuestas a problemas dados en el juego, que permitan su mas rápida interpretación cuando dichos estímulos aparezcan o se den en la competición.

    Como complemento a estos comentarios, incluimos los aspectos de entrenamiento que Mombaerts, 1998, considera que forman jugadores disponibles para el juego:

  • escoger rápido y bien leer el juego.

  • escoger y realizar rápido y bien, en un juego que exige coherencia y coordinación de acciones entre compañeros.

  • realizar rápido y bien en relaciones de espacio y de tiempo cada vez menores.

  • dominar la presión emocional.

    Se hace tan necesario como obvio, destacar la importancia del entorno de enseñanza- entrenamiento . Un entorno futbolístico no próximo al juego, a menudo también conduce a resultados de juegos irreales.

     En consecuencia, para el aprendizaje del comportamiento del juego se ha de establecer la relación hacia el entorno real de un futbolista (compañeros y adversarios, porterías, etc.).

    Tras todo lo hasta ahora comentado, llegamos a la conclusión de que el comportamiento de juego del futbolista sólo se puede entender de forma global, que depende de la situación y en el cual los factores técnica, táctica, físicos y psíquicos aparecen con características diferentes pero siempre juntos y que por lo tanto también se ha de entrenar en sus manifestaciones globales. De ahí que la nueva didáctica del juego se base en las situaciones de enseñanza- entrenamiento, a través de pequeños juegos reglamentados. (Brüggeman y Albrecht, 1995).

    Ventajas de esta metodología de entrenamiento: (modificado de Brüggeman y Albrecht, 1995).

  • Situación compleja de aprendizaje, similar a la competición.

  • El jugador participa individualmente en la construcción del juego colectivo.

  • Se pueden enseñar y entrenar de forma relativa aspectos abandonados abajo una estrategia analítica. Un ejemplo es “el momento sorpresa como medio táctico”.

  • Las correcciones se realizan en juego con la ventaja comprensiva que ello supone.

  • Mayor aprovechamiento del tiempo al disminuir el tiempo de dedicación exclusiva al entrenamiento de aspectos físicos o técnicos por separado.

  • Motivación. Condición importante en el juego real, se observa en el logro de la victoria, en la consecución o evitación del gol, etc.

  • Y SOBRE TODO, posibilidad de aprender entendiendo el juego. Saber ofrecer una buena y correcta ayuda al compañero, ya sea en ataque o en defensa, va a ser tan relevante para el juego como un pase ejecutado adecuadamente.


III. Entrenamiento basado en la identificación del juego

    Una vez superadas las dificultades de identificación del proceso de enseñanza- aprendizaje de juego con el aprendizaje de los gestos técnicos, se producen reacciones que, en su mayoría conducirán al entendimiento del juego a partir de la noción de equipo.

    El equipo pasa a ser entendido como un microsistema social complejo y dinámico (Teodorescu, 1984) representando algo cualitativamente nuevo, cuyo valor global no puede ser traducido por el sumatorio de los valores individuales, pero si por una nueva dimensión que emerge de la interacción que ocurre a nivel de los elementos que lo conforman. (Pinto, en Graça y Oliveira, 1997).

    La Metodología de enseñanza de la comprensión del juego se basa en los pequeños juegos de equipo (SITUACIONES) que representan de forma más o menos reconocible pequeñas escenas de juego (mantener posesión, gol, etc.)

    En la didáctica de las situaciones adquiere sentido la aplicación de reglas sobre las situaciones con el objeto de reforzar un aprendizaje. Control previo al remate, éxito en la precisión del remate, anticipación defensiva, desmarque previo al éxito en ataque, etc.

    Debido a la complejidad del juego, en la medida en que el que lo practica tiene que, a un mismo tiempo, referenciar varios elementos: balón, posición en el terreno, objetivo, compañeros, adversarios, tiempo disponible,…, y sobre todo a las distintas posibilidades en función del nivel de desarrollo y/o la edad, se impone que el aprendizaje sea en fases y progresivo, de lo conocido a lo desconocido, de lo menos a lo más complejo. Sería utópico, construir situaciones con un alto grado de dificultad, incluso basadas en la estrategia global, para niños que se encuentran en la fase de familiarización con el juego, o como lo llaman Garganta y Pinto, 1997; Construcción de la relación con el balón.

  La reflexión acabada de realizar sería una disertación que sólo nos llevaría a tener claro el concepto de comportamiento de juego que se debe poseer. Sin embargo, todo análisis debe aportar soluciones prácticas que tenga utilidad para los entrenadores, monitores y educadores. En este sentido, lo interesante es disponer de un instrumento de trabajo metodológico que nos proporcione simplicidad a la hora de programar nuestras sesiones de trabajo. Esto nos llevaría de una forma sencilla a sistematizar y optimizar el proceso de entrenamiento. La herramienta que proponemos es una clasificación de las tareas de enseñanza de los medios técnicos-tácticos con base el análisis de los mecanismos del acto deportivo.

    Según el criterio clasificatorio expuesto, diferenciamos las siguientes situaciones de enseñanza: (Morcillo y Moreno, 1999).

  • Tipo 1. Situaciones técnicas o tácticas en entorno estable

    Concepto: Tareas desarrollo de los medios técnico-tácticos que limitan su intervención al mecanismo ejecutor ante unas condiciones espacio-temporales de actuación estándar. Consideramos que debe existir una diferenciación en cuanto a los objetivos técnicos o tácticos ya que en el segundo caso se utilizará la técnica como medio de entrenamiento para la estandarización de movimientos tácticos. Ejemplificación: En la situación tipo 1 del gráfico 1 se plantea una tarea en la que se pretende la mejora técnica del pase y recepción ( control orientado ) a través de desplazamientos predeterminados con la única regla de limitar el número de contactos en función del nivel de los jugadores.

  • Tipo 2. Situaciones técnicas o tácticas en entorno inestable

    Concepto: Tareas de desarrollo de los medios técnico-tácticos que se presentan ante condiciones espacio-temporales de actuación cambiante en el entorno pero si grado de oposición real.

Gráfico 1. Situaciones de entrenamiento tipo 1 y tipo 2
SITUACION TIPO 1

Objetivo: Mejora
del control orientado

SITUACION TIPO 2

Objetivo: Desarrollar la observación
de los desplazamientos de los
compañeros para efectuar el pase

  • Tipo 3. Situaciones técnico-tácticas de juego real simplificado

    Concepto: Tareas de desarrollo de los medios técnico-tácticos a través de situaciones de juego real reducido utilizando reglas que provocan el desarrollo de comportamiento de juego global. Estarán incluidas en este grupo situaciones con oposición real a excepción del 11 x 11 o algunas cercanas (10 x 11, ...) que posibiliten el desarrollo de comportamientos tanto específicos como genéricos. Las situaciones citadas estarían excluidas de este grupo puesto que intentarían reproducir de forma absoluta la realidad del juego tanto global (número de jugadores por líneas, situaciones escalonadas o paralelas, ...) como contextualizado, es decir, actuación específica de un grupo de jugadores en un momento de tiempo y espacio concreto.

    Si observamos el gráfico 2, apreciaremos la diferencia en cuanto al planteamiento perseguido. En la situación 3.1. el objeto es el desarrollo tanto conceptual como efector del medio técnico-táctico de grupo: pared; mientras que en la situación 3.2. la intención es reconocer el momento idóneo de utilizar dicho medio para combatir la defensa en zona.

Gráfico 2. Situaciones de entrenamiento tipo 3
SITUACION TIPO 3.1.

Objetivo: Provocar un análisis
constante de la situación para
realizar paredes

SITUACION TIPO 3.2.

Objetivo: Perfeccionar el ataque
organizado ante un tipo de defensa
específica

  • Tipo 4. Situaciones técnico tácticas de juego real.

    Concepto: Tareas de desarrollo de los medios técnico tácticos a través de situaciones de juego real, 11 x 11 o similares, haciendo hincapié en alguno aspecto técnico-táctico colectivo particular sin dejar de atender el comportamiento global del juego.

Gráfico 2. Situaciones de entrenamiento tipo 3
SITUACION TIPO 4

Objetivo: Entrenar los momentos de presión y mejorar el repliegue
intensivo con pressing desocupando el carril contrario al balón

    Una vez descritas las distintas situaciones debemos realizar un breve análisis con el fin de observar la implicación de éstas en cada una de las fases de la acción del futbolista. En el cuadro 4 podemos ver que a medida que la situación es más global la implicación de las fases va aumentando progresivamente, es decir, pasamos de las situaciones técnicas o tácticas en entorno estable donde el mecanismo ejecutor es quien determina la eficacia en la acción a las situaciones técnico-tácticas de juego real simplificado donde son todos los mecanismos los responsables del resultado eficaz de la acción.

RELACION ENTRE LOS MECANISMOS DEL ACTO DEPORTIVO Y LOS TIPOS DE SITUACIONES
TIPO DE SITUACIONES MECANISMO PERCEPTIVO MECANISMO DECISION MECANISMO EJECUTOR
TIPO 1    
* * *
TIPO 2
* * * *
*
* *
TIPO 3
* * *
* * *
* *
TIPO 4
* * *
* * *
* * *

    Aunque esto no nos debe llevar a pensar en una planificación del entrenamiento con base en tareas puramente globales, desechando tareas analíticas puesto que cada una tendrá su funcionalidad, sí nos debe dirigir hacia un modelo de tareas de entrenamiento donde el sujeto tenga una participación activa y formativa, tanto a nivel cognitivo como efector, cada uno en su medida después de toda lo fundamentado.

    En la enseñanza del fútbol interesa sobre todo desarrollar en los practicantes una disponibilidad centrada en la asimilación de reglas de acción y principios de gestión de espacio de juego como una forma de comunicación y contracomunicación entre los jugadores.

    Requisitos que deben cumplir las situaciones construidas (modificado de Graça, 1997)

  • Preservar la autenticidad del juego.

  • Contemplar los principios del juego idénticos (progresar, evitar progresión, …),, centrando la atención al menos en uno de ellos.

  • Tener siempre presentes las relaciones de cooperación - oposición, intentando ser superior tanto en unas como en otras.

  • Establecer una dinámica en el juego entre las fases de ataque y defensa.

  • Utilizar los elementos estructurales, tanto como objetivos de las situaciones, así como variables sobre las que intervenir en la construcción de las situaciones de enseñanza- entrenamiento.

  • Adecuación al estado efectivo de los jugadores.

    • Ni demasiado difícil (aburrimiento) ni demasiado fácil (sin concentración)

    • Un sólo elemento a aprender (significativo).

    • Diferentes niveles de rendimiento.

    Las diferentes posibilidades metódicas de modificar el grado de dificultad de las distintas tareas dentro de un juego de equipo, también permiten dirigirlas a jugadores de diferente nivel, debiendo utilizar un grado de dificultad adecuado a sus posibilidades (exigencias físicas, técnicas y tácticas). Ejemplos de los aspectos del juego que podemos modificar son:

  • Extensión del campo de juego, zonas permitidas y prohibidas.

  • Nº de jugadores y relaciones en el equipo y con el rival. Posibilidades e imposibilidades d intervención sobre el balón y sobre los compañeros y/o contrarios.

  • Velocidad del juego.

  • Duración de juego.

    La situación debe poder modificarse jugando sobre diferentes variables: espacio, tiempo, consignas, jugadores, roles y subroles, etc.

    La correcta utilización de las Reglas va a ser el aspecto fundamental que permita construir situaciones globales y sobre todo que estas se utilicen con sentido. El objetivo con ello perseguido, no es otro que reforzar la consecución del contenido ó medio que pretendamos entrenar-enseñar.

    Las modificaciones de las reglas permiten intervenir en el comportamiento del juego, actuando sobre una determinada fase, medio técnico - táctico, espacio de acción, principio del juego, etc.

    Para el desarrollo de las mismas nos apoyamos en sus precursores: (Brüggeman y Albrecht, 1996).

    Reglas de provocación: su cumplimiento favorecen de forma especial algún/os elemento/s del juego. De esta manera se consigue la repetición necesaria para un proceso de aprendizaje efectivo. Igualmente se pueden situar todos los aspectos parciales de cada factor (físico, técnico,...) en el centro de atención de la formación .

    Las reglas de provocación han de garantizar la libertad de actuación del jugador así como que mantenga las posibilidades de toma de decisión.

    Ej. En una situación de 3 contra 3 con porteros, para reforzar la realización de contraataques, no se permite defender a los jugadores situados por detrás del balón una vez que se produce su pérdida. Los aspectos reforzados podrán ser referidos a cualquiera de los aspectos que conforman el comportamiento del futbolista (físico, atencional, …).

    A las citadas reglas de provocación, añadimos lo que Fradua, 1999, llama Reglas inespecíficas o no habituales. Con esto el autor, pretende referirse a la inclusión de aspectos o acciones que no se dan en el juego real, pero que pueden favorecer la consecución del objetivo pretendido. En el ejemplo antes descrito, consistiría en que los jugadores que han quedado por detrás de la línea del balón pueden intervenir después de haber abandonado el campo por su propia línea de fondo y después volver a él.


IV. Construcción de una forma jugada

    1. Determinar el objetivo de enseñanza-entrenamiento

  • global o parcial (físico, técnico, táctico, psíquico)

  • a corto, medio o largo plazo (dentro del proceso de enseñanzas o como corrección de algún aspecto observado).

    2. Preparar las condiciones del ejercicio

  • Espacio que permita fluidez.

  • Demarcaciones claras.

  • Petos de colores distinguibles

  • Disponibilidad de balones que den continuidad.

  • Tiempos de trabajo que permitan la consecución del objetivo físico.

  • Tiempos de pausa que favorezcan la realización de correcciones.

    3. Establecimiento de las Reglas de juego

  • Limitaciones y acciones permitidas en la acción de juego (nº de toques, posibilidad de realizar entradas en defensa o exclusivamente interceptar balones, entrada a partir del primer contacto, etc.).

  • Tiempo de juego. Si es excesivo provoca monotonía . Los demasiados cortos disminuyen la comprensión, el grado de participación y la asimilación.

  • Consecución y Valoración de los goles. Sirve para incentivar la motivación, intensidad y atención realizando la regla introducida como medio de consecución de un logro mayor, y favoreciendo el proceso de aprendizaje.

    4. Definición del objetivo o finalidad de la situación

    No necesariamente tiene que ganar el equipo que mas goles marca, sino que puede vencer aquel que mas tiempo mantiene la posesión, que mas veces consigue trasladar el balón de un extremo al otro, que mas balones recupera, que mas veces consigue elaborar una situación de finalización aunque no consiga el gol, que más goles marca con la cabeza, que más tiempo mantiene el balón alejado de su portería, etc. Ahora bien, sea cual sea es necesario, no sólo que lo sepan y por ello lo pretendan sino que sobre todo LO ENTIENDAN Y SEPAN POR Y PARA QUE LO HACEN.

    5. Conocimiento del contenido que Refuerza la Regla

  • Entender el porqué de las reglas en su aplicación al entendimiento del juego.

  • Deben permitir varias soluciones con el fin de no coartar la toma de decisiones individual.

    Ejemplo de una situación de enseñanza entrenamiento

    “A + B contra C según el gráfico pasar el balón de uno a otro extremo teniendo que tocarlo todos los componentes de un equipo antes de poder pasarlo al otro extremo”

    Esta situación no es sino un ejemplo de utilización de los elementos constitutivos del Fútbol (uso del espacio, tiempo, colaboración, oposición, Reglas, …) que nos permite crear una situación que responde a lo que deseamos entrenar-enseñar. Es decir, utilización al gusto de los ingredientes para elaborar el guiso elegido.

    Comenta Seirulo (1999) que se trata de crear una microsituación en el entrenamiento que permita al individuo adoptar la toma de decisiones oportunas, que a la vez estén mejorando la capacidad cognitiva y a la vez estén mejorando la capacidad condicional.

    En este caso, mediante ese uso del espacio (distribución en tres zonas) y con el resto de reglas incluidas el objetivo podría ser: cambios de orientación, velocidad en el juego, cambios de ritmo en el juego, mejora de los pases cortos y medios, creación de líneas de pase, momentos de presión, cobertura y profundidad defensiva, etc.

    Además si nos detenemos un momento y reflexionamos sobre la situación surgen innumerables posibilidades de intervención-modificación sobre la situación, en función de lo que de ella demandemos:

    Por ejemplo podríamos: permitir o restringir el nº de toques, el nº de defensas que pueden entrar en la zona delimitada, el nº de jugadores que tienen que tocar el balón previamente al cambio de orientación, inclusión de porterías sobre las que finaliza el equipo en defensa tras recuperar el balón y con la oposición exclusiva del equipo contrario a la portería elegida con el fin de provocar el contraataque, mezclar jugadores en las distintas zonas para generar líneas de pase interiores, etc.

    En este caso, no hemos llegado a matizar las capacidades condicionales afectadas o desarrolladas, pero únicamente restaría crear las situaciones respetando la planificación física previa, adaptando los aspectos técnico-tácticos y psicológicos a ésta, con el objeto de respetar los principios y leyes del entrenamiento (tiempos de recuperación, supercompensación, etc.).


Bibliografía

  • BLAZQUEZ, D. (1999) La iniciación deportiva y el deporte escolar. INDE. Barcelona.

  • BRÜGGEMAN, D. Y ALBRECHT, D. (1996) Entrenamiento moderno del fútbol. Hispano Europea. Barcelona.

  • CASTELLO, J. (1999) Fútbol. Estructura y dinámica del juego

  • GRAÇA, A. Y OLIVEIRA, J. (1997) La Enseñanza de los Juegos Deportivos. Paidotribo. Barcelona.

  • HERNANDEZ, J. (1994) Análisis de las estructuras del juego deportivo. INDE Barcelona.

  • LILLO, J. M. (2000) Consideraciones de aplicación al entrenamiento de la táctica. Training Fútbol, 47, 8-14. Valladolid.

  • MOMBAERTS, E. (1988) Fútbol: entrenamiento y rendimiento colectivo. Hispano Europea. Barcelona.

  • MORCILLO J.A. Y MORENO, R. (1999) Propuesta de estructuración y secuenciación de los medios técnico-tácticos y modelo de clasificación de las tareas de enseñanza en fútbol. RED, tomo XII, 3, 20-24.

  • SEIRULO, F. (1999) Criterios modernos de entrenamiento del Fútbol. Training Fútbol, 45, 8-18. Valladolid.

  • WEIN, H. (1995) FUTBOL a la medida del niño. CEDIF. Madrid.

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R
<br /> UNa gran currada este blog<br />
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