Futbol y juegos de perros.
CASO 2
La granja está guardada por Ruby y Kate, dos perros pastores de ovejas,
aunque también hace su papel Jasper, un simpático Jack Russell Terrier.
Fueron los primeros en ir a saludarnos y
reconocernos. Nos dieron instrucciones de no
darles ningún alimento, aunque debemos
confesar que en aras a una buena relación nos
apresuramos, por una y única vez, a darles
unas pequeñas golosinas que no fueran
dañinas. Lo cierto es que los alimentos no
parecieron entusiasmarles demasiado.
Nuestros hijos acababan de seguir un curso de inglés y fútbol en la
Bobby Charltons Soccer Schools and Sport Academy y, casi por inercia,
al ver la pequeña pradera de cesped verde que se extendía enfrente
de la terraza de la casa sacaron el balón y se pusieron a aplicar las
técnicas aprendidas, teniendo en mente la idea de que el paso de un
joven Beckham por la mencionada Escuela les propiciaba suficiente
imaginación para creerse que estaban en el campo del Manchester United.
Perros pastores que juegan al fútbol
Kate, la perra pastora, les devolvió inmeditamente al cesped de la granja
cuando saltó al terreno de juego exigiendo participar como un jugador más
en el improvisado partido.
Hay que advertir que su forma de jugar era muy peculiar. Kate dejaba
cómodamente jugar al equipo, seguía a una prudente distancia al balón
cuando este estaba entre las piernas de los jugadores. De hecho, su
presencia activa en el partido no molestaba ni lo más mínimo al resto de
los jugadores. Sus movimientos parecían sugerir que estaba
desmarcanadose e intentado que alguien le pasara el balón. Si esto sucedía,
Kate se limitaba a parar con suavidad el balón y dejarlo a expensas de que
lo recogiera cómodamente algún otro compañero de equipo.
Durante los días siguientes estuvimos pensando y reflexionando cómo Kate
había logrado aprender a jugar sin ir a Exsportise o la Bobby Charltons
Soccer Schools.
- ¿Cómo?, nos preguntábamos. Las respuestas que encontrábamos eran
poco convincentes.
Al final de la reflexión familiar caímos que la técnica aplicada por los
perros pastores de rebaños puede ser muy interesante para los
entrenadores de fútbol. En realidad, tal como nos reveló Ben, Kate tomaba al
balón como una oveja descarriada de la manada que debía estar en su sitio,
a disposición del pastor. Caimos en la cuenta que esa función no la hacía
ningún jugador en el terreno de juego y claro, bien pensado, para un equipo de
fútbol esto sería crucial...
Nunca imaginamos que en una granja llegáramos a hablar de técnicas de
juego para fútbol, sobre la base del "posicionamiento del jugador en el campo
respecto al balón", inducido claro está por la depurada técnica de ¡perros
pastores de ovejas!!!!
Lástima que Rafa Benitez, en el no tan lejano Liverpool, no fichara a Kate.